Viber

Viber parece proteger bastante bien la privacidad y la seguridad de sus usuarios, Sobre todo en comparación con otras aplicaciones similares para envío de mensajes como Telegram y Whatsapp. No es perfecta, pero nos gusta que utilicen cifrado de extremo a extremo por defecto desde 2016 ( excepto para las llamadas grupales, que solo se cifran en tránsito). Otra de sus bondades es que una vez enviado el mensaje, éste se elimina de sus servidores para que tus mensajes queden en un lugar donde otros puedan acceder a ellos. Además, puedes ocultarte de cualquiera de los contactos de tu lista (¡muy útil para despistar al ex!). Algo de lo que no nos gusta es que, al unirte a un grupo, el número telefónico es visible para todos los miembros del grupo. ¡Y pueden ser muchísimos! Así que, cuidado. Viber también ha sido víctima de gente malintencionada que manda mucho correo no deseado y virus. Como siempre, hay que tener cuidado de no leer ni descargar nada que nos llegue de desconocidos. Por otro lado, hay informes de que cerca del 20 % del ingreso de Viber proviene de los anuncios. Viber recopila la ubicación de la dirección IP del usuario, su género y edad, para dirigir estos anuncios, aunque los usuarios pueden optar por segmentar género y edad en la configuración. En lo que tiene que ver con publicidad, sus socios también pueden combinar los datos que recopilan sobre ti cuando usas Viber con sus registros externos para enviar más publicidad dirigida. ¡Así que cambia la configuración en cuanto puedas! Algo que realmente nos encanta de Viber es que formó parte de la campaña #StopHateForProfit en 2020 (¡al igual que Mozilla!) y cortó toda relación de negocios con Facebook. ¡Cómo no querer a una compañía que adopta una postura contra el odio, la información errónea y las prácticas de privacidad poco éticas!