Microsoft Teams

Teams tiene cosas buenas y cosas malas. Este año, Microsoft ha atravesado algunos baches en lo que a seguridad se refiere, incluido un grave hackeo que permitió explotar el servidor de correo Microsoft Exchange y evidenció su vulnerabilidad. Este ciberataque no afectó a Teams, pero genera cierta inquietud si se analiza junto a otros incidentes de seguridad que ha sufrido Microsoft, como el de diciembre de 2019 en que 250 millones de registros internos sobre soporte y asistencia al cliente quedaron expuestos en la red. Microsoft pagó millones de dólares a 341 investigadores en el curso de un año por detectar vulnerabilidades de seguridad, así que su programa de recompensa de errores funciona. Nos alegramos de ello. Teams no usa el cifrado más fuerte de extremo a extremo para las videollamadas, pero sí recurre al aceptable cifrado en tránsito y en reposo. Microsoft recopila una considerable cantidad de datos de los usuarios y dice que los usa para llevar a cabo publicidad segmentada, que los comparte con terceros como Facebook y Verizon y que los combina con terceros como brókers de datos. De todo esto no nos alegramos tanto. Algo que sí nos gusta de Teams y que supone una ventaja en comparación con Slack es que Teams dispone de una función que permite bloquear contactos cuando se usa en la vida personal, algo muy positivo para las víctimas de acoso o abuso. No obstante, como decíamos, esta función no está disponible en cuentas de trabajo o de escuela, sino solo en las personales. Aun así, Slack no ofrece ninguna función de bloqueo.