Contrariedades en YouTube

"Al salir del armario como transgénero de cara a mí y a mis amigos cercanos, una de las mayores contrariedades fue recurrir a YouTube para escuchar historias de otras personas transgénero y queer. Con tan solo teclear la palabra 'transgénero' aparecieron un sinfín de vídeos en los que básicamente se describía mi lucha como una enfermedad mental y algo que no debería existir. YouTube me recordó por qué me había escondido en el armario durante tantos años.

De vez en cuando YouTube sigue recomendándome vídeos en que se afirma que mi identidad de género está mal y me recuerda cuánto odio se dirige directamente contra las personas como yo. Ahora soy un poco mayor, llevo mucho tiempo lidiando internamente con estos problemas y acudo a terapia para resolverlos, pero no puedo imaginar cómo lo viven las personas que no tienen acceso a ayuda. YouTube forma parte de mi dolor al salir del armario y me recuerda lo terrible que puede llegar a ser este mundo para quienes son diferentes. Debo sentir orgullo a pesar de lo que se diga en sitios como YouTube".

"Cuando mi hijo estaba en edad preescolar, le gustaba ver vídeos de la locomotora Thomas en YouTube. En una ocasión fui a comprobar qué hacía y resultó que estaba viendo una recopilación de vídeos con representaciones gráficas de desastres ferroviarios".

"Mi nieta de ocho años usaba nuestra tableta para ver vídeos infantiles; como abuelos que somos, no sospechábamos nada y pensábamos que estaba a salvo. El día siguiente nos sentamos a la mesa para cenar y nuestra nieta habló abiertamente a sus padres de su miedo al cáncer.

Resultó que, mientras veía cómo los niños con problemas de salud pueden hacer cosas grandiosas e inspiradoras, el vídeo adquirió un cariz oscuro y empezó a mostrar imágenes horripilantes de piel podrida y desfiguraciones. Ahora debemos trabajar con ella para que entienda qué es el cáncer y no tema comer o beber agua".

"Mi hijita de 10 años buscó inocentemente 'vídeos de claqué' y entró en una espiral de vídeos recomendados sobre contorsionismo y 'baile' extremos donde se dan consejos horribles, peligrosos y perjudiciales para el cuerpo y la propia imagen… Y ahora ya no quiere comer ni beber. No sé cómo deshacer el daño que se ha causado a su mente influenciable".

"Hace tres años, mi exmujer, que padece problemas de salud mental, comenzó a ver vídeos de teorías conspirativas y se los creyó todos. YouTube no dejó de alimentar su paranoia, miedo y ansiedad vídeo tras vídeo. Le rogué que parara, pero no lo hizo… no pudo. En un momento dado pensó que un helicóptero que pasaba cerca de casa venía en nombre del gobierno para llevársela a ella y a mi hija (en realidad estaban revisando los cables de la electricidad) y me llamó aterrada. Ahora está convencida de que el mundo se acabará el día menos pensado y se ha vuelto una fundamentalista religiosa extrema.

Ni siquiera contempla la idea de pedir ayuda profesional, pues ya no confía en nadie, sobre todo si se trata de médicos, policías o instituciones gubernamentales. Y YouTube sigue mostrándole más y más vídeos que acentúan su miedo. Mi matrimonio se ha terminado. Su pánico la ha consumido del todo y ha mandado al traste nuestra vida juntos".