Facebook: Detener las recomendaciones de grupos

Los grupos de Facebook representan una gran amenaza para las próximas elecciones.

Se han convertido en caldo de cultivo encubierto para las campañas de desinformación y las plataformas de organización de extremistas. Los propios motores algorítmicos de Facebook para hacer recomendaciones extienden activamente estas redes al publicitarlas a usuarios incautos... y la compañía lo sabe desde 2016.

Por la desenfrenada propagación de teorías sobre conspiraciones, la desinformación y la influencia externa en los grupos, Facebook debe desactivar las recomendaciones de grupos hasta que no se certifiquen los resultados de las elecciones en EE. UU.

Hace poco, la compañía admitió que los grupos desempeñan un rol en la diseminación de desinformación al descontinuar las recomendaciones de grupos sobre salud con el fin de "dar prioridad a la vinculación de personas con información de salud certera". Es un gran paso, pero no una estrategia sino el eterno juego del gato y el ratón con consecuencias devastadoras.

Facebook sabe de este problema desde hace años, pero lo ha ignorado, y, mientras tanto, el extremismo se ha extendido en la plataforma. De hecho, la compañía lleva varios años promoviendo intensamente los grupos a pesar de que, en 2016, distintos investigadores le presentaron pruebas de que "un 64% de todos los que se unen a los grupos extremistas lo hacen debido a las herramientas de recomendación [de Facebook]…". En otras palabras, "los sistemas de recomendación [de Facebook] agravan el problema".

Hay participantes malintencionados que se valdrán de cualquier grupo para plantar desinformación y su auditorio potencial puede aumentar gracias a las recomendaciones algorítmicas de Facebook a sus usuarios para unirse a nuevos grupos. Dado que el proceso electoral en curso será crítico, Facebook debe llevar esta política más lejos y detener TODAS las recomendaciones de grupos hasta que no se hayan certificado los resultados de las elecciones.

Detener las recomendaciones de grupos

Pedir a Mark Zuckerberg que paren las recomendaciones de grupos hasta que no se hayan certificado los resultados de las elecciones en EE. UU.

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Los grupos de Facebook representan una gran amenaza para las próximas elecciones.

Se han convertido en caldo de cultivo encubierto para las campañas de desinformación y las plataformas de organización de extremistas. Los propios motores algorítmicos de Facebook para hacer recomendaciones extienden activamente estas redes al publicitarlas a usuarios incautos... y la compañía lo sabe desde 2016.

Por la desenfrenada propagación de teorías sobre conspiraciones, la desinformación y la influencia externa en los grupos, Facebook debe desactivar las recomendaciones de grupos hasta que no se certifiquen los resultados de las elecciones en EE. UU.

Hace poco, la compañía admitió que los grupos desempeñan un rol en la diseminación de desinformación al descontinuar las recomendaciones de grupos sobre salud con el fin de "dar prioridad a la vinculación de personas con información de salud certera". Es un gran paso, pero no una estrategia sino el eterno juego del gato y el ratón con consecuencias devastadoras.

Facebook sabe de este problema desde hace años, pero lo ha ignorado, y, mientras tanto, el extremismo se ha extendido en la plataforma. De hecho, la compañía lleva varios años promoviendo intensamente los grupos a pesar de que, en 2016, distintos investigadores le presentaron pruebas de que "un 64% de todos los que se unen a los grupos extremistas lo hacen debido a las herramientas de recomendación [de Facebook]…". En otras palabras, "los sistemas de recomendación [de Facebook] agravan el problema".

Hay participantes malintencionados que se valdrán de cualquier grupo para plantar desinformación y su auditorio potencial puede aumentar gracias a las recomendaciones algorítmicas de Facebook a sus usuarios para unirse a nuevos grupos. Dado que el proceso electoral en curso será crítico, Facebook debe llevar esta política más lejos y detener TODAS las recomendaciones de grupos hasta que no se hayan certificado los resultados de las elecciones.