El miedo conduce a la ira. La ira conduce al odio. El odio conduce a… ¿clics?

La mayoría de los vídeos que encuentras en YouTube son para que los veamos de forma gratuita. ¿Cómo hizo entonces YouTube para recaudar 06 mil millones de dólares en solo tres meses este año? ¿Cómo hace para estar en camino de competir con las ganancias de Netflix, un servicio que cobra una tarifa mensual a todos sus suscriptores?

YouTube gana miles de millones cada mes gracias a la publicidad. Cuantos más vídeos de YouTube consuma un espectador, más dinero publicitario recauda Google (la empresa matriz de YouTube). En pocas palabras, cuanto más tiempo logre YouTube mantenerte en su sitio, mejor para su bolsillo. Es por eso que, tal como mencionamos, el algoritmo de recomendación de YouTube está pensado para que te quedes en el sitio viendo vídeos el mayor tiempo posible.

Esto no siempre es malo, pero a veces puede serlo. Por ejemplo, los contenidos que son entretenidos no siempre son objetivamente correctos o seguros. «El odio es útil para el clickbait o ciberanzuelo», nos dice Guillaume Chaslot. El actual miembro de Mozilla y ex ingeniero de Google dice lo mismo en nuestro último Mozilla Explica. Ese odio, en algunos casos, puede conducir a la radicalización; un espectador termina entrando en un mundo irreal, lleno de información engañosa y violenta, en algunos casos exhortado por el algoritmo de recomendación de YouTube.

Los usuarios pueden caer rápidamente presa de un efecto dominó, en el que un vídeo de conspiración conduce a otro. De hecho, en nuestra serie Contrariedades en YouTube estudiamos exactamente este fenómeno. Les preguntamos a los seguidores de Mozilla si alguna vez sintieron que el algoritmo les sugirió contenidos extremos y miles de ellos respondieron para contarnos todo sobre los sitios extraños a los que fueron conducidos. Desde casos en los que una búsqueda de vídeos de baile llevó a vídeos sobre daños corporales, hasta casos en los que vídeos sobre autoestima drag queen llevaron a contenido anti-LGBTQ. Usuarios de YouTube que fueron dirigidos a algunos rincones espeluznantes del sitio, todo gracias al algoritmo de recomendación de YouTube. Si lo vemos con perspectiva, esta secuencia de eventos sucediendo repetidamente, aunque sea rentable para YouTube, puede ser peligrosa para la sociedad.

Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Para empezar, puedes intervenir y contarnos alguna situación en la que el bot de sugerencias de YouTube te haya llevado por mal camino. Además, Chaslot recomienda la intervención de reguladores para que emitan leyes que comiencen a frenar esto. Pero hay otra cosa que también puedes hacer: armarte con conocimiento. «Cuando sabes que YouTube está tratando de manipularte, ya no funciona tan bien», dice Chaslot. El odio genera clics, pero solo tú puedes decidir no pasar al lado oscuro.