A principios de la década de 2000, la comunidad Mozilla creó Firefox. Desmontamos el monopolio de los navegadores, ofrecimos a los usuarios más opciones y control online, y contribuimos a crear una Internet más saludable.
Veinte años después, Mozilla sigue luchando por una Internet saludable, una Internet en el que se pueda pedir responsabilidades a las grandes compañías tecnológicas y en la que los usuarios individuales cuenten con una auténtica representación online.
El trabajo de Mozilla se rige por el Manifiesto de Mozilla. Fundada en 1998 como un proyecto de comunidad de código abierto, Mozilla está integrada actualmente por dos organizaciones: la Fundación Mozilla 501(c)3, que se ocupa del desarrollo y promoción de nuestro movimiento, y su filial de propiedad exclusiva, Mozilla Corporation, que se ocupa de nuestras actividades en el mercado. Ambas organizaciones funcionan en estrecha armonía entre ellas y en colaboración con una comunidad global de decenas de miles de voluntarios bajo una sola marca: Mozilla.
Internet es un recurso público global que debe permanecer abierto y accesible
El Manifiesto de Mozilla
Nuestra misión
Hoy, Internet está en todas partes. Moldea la economía, influye en los gobiernos y es vital para miles de millones de personas. Pero depende de nosotros que Internet favorezca la democracia, la apertura de los mercados y la libertad de expresión o que, por el contrario, promueva la polarización, la vigilancia en masa y la desinformación.
Mozilla tiene el deber de garantizar que Internet siga siendo una fuerza positiva.
Durante más de dos décadas, Mozilla ha invertido en ideas valientes, en líderes globales y en campañas centradas en los ciudadanos. Operamos a través de fronteras, disciplinas y tecnologías para defender principios tan básicos como la privacidad, la inclusión y la descentralización online. Nuestras tácticas son diversas, pero nuestra visión es una sola: queremos crear un movimiento sólido a favor de una Internet saludable.
En 2019, identificamos un nuevo desafío para la buena salud de Internet: la inteligencia artificial. La IA toma decisiones por nosotros y sobre nosotros, pero no siempre cuenta con nosotros para ello. Puede decidir qué noticias leemos, qué anuncios vemos o si reunimos los requisitos para recibir un préstamo.
La IA toma decisiones con el potencial de ayudar a la humanidad, pero también de hacerle daño. La IA puede ampliar el sesgo histórico y la discriminación. Puede priorizar el «engagement» del usuario por encima de su bienestar. Y puede consolidar aún más el poder de las grandes compañías tecnológicas, marginando así a los individuos.
Mozilla se encuentra en una posición única para afrontar este desafío. La apertura y la inclusión son nuestros valores fundamentales, tenemos ideas ambiciosas y contamos con una historia de éxito en la defensa de causas online.
Ahora que, más que nunca, necesitamos confiar en la IA, Mozilla puede ayudar.
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En Mozilla queremos servir a toda la sociedad, manteniendo una Internet segura y abierta, mientras ayudamos a que quienes trabajan con nosotros alcancen sus objetivos personales y profesionales.
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