Telegram

Sobre Telegram tenemos buenas y malas noticias. Una de las buenas es que las llamadas de voz y de vídeo se cifran de extremo a extremo, lo que garantiza su privacidad y seguridad de principio a fin. ¡Olé! Una de las malas, en cambio, es que los mensajes de texto y archivos no están cifrados de extremo a extremo de forma predeterminada; así pues, a menos que los usuarios opten por los "chats secretos" (donde sí se utiliza el cifrado de extremo a extremo), esta información podría ser vulnerable a los espías. En otras palabras, esta aplicación de mensajería podría no ser tan segura como los usuarios esperan (a pesar de publicitarse como tal) si no se toman medidas adicionales. Telegram también parece tener un problema con los bots de terceros impulsados por inteligencia artificial que usa. Este tipo de bots pueden llevar a cabo acciones útiles como contestar mensajes y programar recordatorios, pero también se pueden explotar para hacer cosas terribles. Por ejemplo, el año pasado un bot impulsado por inteligencia artificial creó imágenes de mujeres y niñas desnudas mediante la técnica del deepfake. ¡Qué asco! Lo peor es que, según los investigadores, Telegram no se apresuró en eliminar este bot repugnante. Otra mala noticia es que Telegram ha sufrido importantes hackeos y fallos de seguridad. En 2019, se denunció que había revelado números de teléfono de activistas hongkoneses a las autoridades chinas. Y también se produjo un ataque a buzones de voz que podría haber expuesto los datos de algunos políticos brasileños. En 2020, unos hackers iraníes habrían logrado eludir los mecanismos de seguridad de Telegram y espiar a sus oponentes. A juzgar por todo esto, en Telegram pueden fallar bastantes cosas. Si a eso sumamos los casos de difusión de odio, violencia y abuso en la plataforma, creemos que hay mejores aplicaciones centradas en la privacidad y la seguridad como Signal y Threema.