Her

Lo más inquietante que hemos descubierto sobre HER es una sección de su política de privacidad donde se afirma lo siguiente: "Con tu permiso, accederemos a tu libreta de direcciones y a tus registros de llamadas y SMS e importaremos los nombres, las direcciones de correo electrónico, los números de teléfono, las fotos, la ubicación geográfica y las identidades de Facebook de tus contactos para facilitar la conexión automática con tus amigos". Básicamente, te pide permiso para acceder a un montón de información personal con el objetivo de persuadir a otras personas para que se registren en su sitio. Incluso enviarán correos electrónicos en tu nombre a tus amigos para invitarlos a unirse. Eso pone los pelos de punta. ¿Acaso permitirías que tu vecino accediera a los contactos, la ubicación, las fotos y otros elementos de tu teléfono y que luego enviara correos electrónicos en tu nombre? Seguro que no, por muy bien que te caiga tu vecino. HER también anima a los usuarios a registrarse con su cuenta de Facebook o Instagram, aunque también es posible hacerlo con el número de teléfono o a través de Apple. Cuando conectas la cuenta de una red social como Facebook a una aplicación de citas, tanto Facebook como la aplicación de citas recopilan potencialmente más información juntas. Por eso te recomendamos no vincular la aplicación de citas con Facebook. ¿Qué podría salir mal en HER? Pongamos que le concedes permiso para acceder a todos tus contactos y empieza a enviarles correos electrónicos invitándolos a unirse a HER desde tu dirección. Tu abuela, a la que aún no le has revelado tu inclinación sexual, recibe una invitación de tu parte para registrarse en una aplicación de citas para lesbianas, se levanta de la silla de un salto, tropieza con el gato y se rompe la cadera. Nadie desea que su abuela se rompa la cadera (ni salir del armario antes de estar preparado).