Glorify

En una entrevista realizada con TechCrunch en 2021, el cofundador de Glorify, el joven Ed Beccle, de 22 años, al hablar de su aplicación dirigida a cristianos, declaró: «No monetizamos a través de anuncios; el usuario realmente no es el producto». Esto suena genial. Sin embargo, según lo que encontramos en la política de privacidad de Glorify, no estamos tan seguros de que sea cierto.

La política de privacidad de Glorify establece claramente que la información personal que les proporcionas se considera un activo comercial. También establece claramente que, si bien no venden tu información personal, pueden usarla para una considerable cantidad de publicidad dirigida y compartirla con terceros con fines de marketing a medida. Además, Glorify declara que pueden combinar tu información personal con datos obtenidos de fuentes de terceros, como tu género y tu fecha de nacimiento, y usar esos datos para proporcionarte información sobre sus negocios, productos y servicios. Esto significa que pueden usar toda esa información personal para intentar venderte más cosas.

Glorify también dice que pueden crear datos anonimizados y agregados que incluyen información de ubicación, y que pueden usar esta información de varias maneras, para investigación, análisis internos, otros análisis y cualquier otro propósito legalmente permitido. Esta es una afirmación bastante amplia. Y aquí es donde debemos recordarte que es sabido que es relativamente fácil volver a identificar ese tipo de información, especialmente si se incluyen datos de ubicación.

En esa misma entrevista de TechCrunch, el cofundador de Glorfy declaró : «Creo que el público comprometido que tendremos probablemente tendrá una mayor propensión a pagar por otros productos de todo tipo que lancemos... [creemos que podemos] llevar a ese público y dirigirlo hacia otros productos que hemos creado, por los que tendrán una alta propensión a pagar». Es un buen recordatorio de que las aplicaciones de oración tienen su costo, como tantas otras cosas de Internet dentro de nuestra actual economía de datos.